Hermosura de la virgen
Limitándose al podrido sentido común
sosteniédolo en ambas manos
Todas esas putrefactas putas
Mirenme, mirenme y rianse
No conocen ni siquiera el aroma de una flor
Me oyeron! No, no estoy equivocado
Como no se dan cuenta que ustedes son las locas
Sucias perras, no son mas que putas
¿Por qué no se mueren para que dejen de reír?
El día ha llegado
Destruiré este mundo enfermo que quedará en el olvido
Recuerdos nublados, tan dolorosos e hirientes
Los bloquearé por siempre.